Mañana oscura, casi mediodía. Mates cebados por la amada, que está del otro lado de las máquinas.
Esta es la nave madre. Aquí pasamos muchas horas al día trabajando en nuestros trabajos personales y en nuestra militancia en RIMA y Safo Piensa.
Cuando ya estamos por febrero, yo debo despegarme de aquí e ir a la Facultada donde soy ayudante de Literatura Eurupea II, cuya titular desde hace tres años es María Teresa Gramuglio, y antes mi querido Aldo Oliva.
Y casi con seguridad se me renovará el taller de escritura que doy en Totoras. Y ya estoy pensando en un par de cursos para dictar.
Y así una sigue trabajando y sumando horas de laburo, que ama hacer, pero que te van desgastando... y el comienzo de año ya es un poco así.
Miércoles gris y ando el medio de una nota sobre TICs y mujeres para AWID, debo terminarla para poder mandarla mañana en el boletín semanal.
Gris, oscuridad. Si pudiera saber de dónde me viene esta sensación de tristeza... de decepción. Creo que puedo entreverlo: tener que haber estado en contacto con "gente que no" como dice la canción. Una persona en particular, oscura. Que sólo piensa en destruir y no en construir. Muy reaccionaria. Puaj, recontra puaj como dice una amiga.
2 comentarios:
Va a ser verdad entonces que los argentinos tomáis mate por litros!
Sí broquillo. Nosotras al menos tomamos tres termos, que más o menos equivalen a tres litros.
Publicar un comentario